‘Girls’, el absurdo que engancha

Cuatro amigas veinteañeras: Hannah, una joven que aspira a ganarse la vida como escritora; Marnie, la mejor amiga de Hannah, la chica guapa que siempre ha tenido todo lo que quería, desde unos padres que la miman hasta un novio perfecto; Jessa, la artista bohemia, hypster, irresponsable e impulsiva, quien intenta hacerse un hueco en este absurdo mundo; y Shoshanna, la amiga alegre, tímida, atarantada e inocente que cualquiera tiene.

De izquierda a derecha, el reparto de ‘Girls’: Marnie, Jessa, Hannah y Shoshanna. | Fuente: yolodescubri.wordpress.com

Ellas son el reparto de Girls, una de las series revelación americanas de 2012 cuya frescura ha enganchado con tan solo una temporada a miles de jóvenes y que fue premiada en los Globos de Oro. La serie, que a veces puede recordarnos a Sexo en Nueva York, Gossip Girl o a Skins, refleja la sociedad contemporánea y da vida a la historia real de la autora, Lena Dunham, que es a la vez quien interpreta su propio personaje bajo el nombre de Hannah.

Mediante conversaciones densas que a veces llegan a rozar el sinsentido y situaciones cómicas que son de un realismo absoluto, la serie retrata a una generación joven, egoísta, impulsiva y frívola que se ve inmersa en un mundo laboral precario y que, bajo el Síndrome de Peter Pan, se debate entre vivir una adolescencia permanente o madurar y aceptar que uno crece. Estas cuatro «girls» son cuatro estereotipos de jóvenes que con un carácter muy marcado y diferente, se enfrentan día a día a su propia ira, a la fragilidad de la amistad y a dos miedos constantes (al paso del tiempo y al fracaso, tanto en la vida profesional como en el amor), con los que retratan las miserias y carencias de la existencia humana y al absurdo al que se ven abocadas.

Pero una cosa es segura: la serie entrelaza a sus personajes hasta conseguir que, mediante risas, situaciones límite y momentos desgarradores, uno sienta angustia porque se ve reflejado en ellos a la perfección. Y el reflejo es tal que engancha.